Barcelona no encuentra antídoto contra la contaminación

2015-11-09 09:09

Un anticiclón es el culpable de que ayer, en la estación de Tavascán, a 2.088 metros, los termómetros marcaran 24 grados de temperatura. Pasada la castañada, a 8 de noviembre, los barceloneses aún no se han puesto un jersey de lana. La temperatura en Cataluña, alerta del servei metereològic, está seis grados por encima de lo que debería de estar un mes de noviembre. Pero el problema en el área metropolitana de Barcelona es que el anticiclón ha concentrado tal nivel de polución que esta semana la Generalitat está llamada a activar el protocolo por contaminación atmosférica, que entre otras cosas implica reducir el límite de velocidad en las vías rápidas a 90 kilómetros por hora.

La neblina que ayer impedía tomar el sol en la Barceloneta es la muestra de que el aire de la ciudad está sucio. «En cuanto cruzabas la Gran Via y te adentrabas bajo esa nube gris espesa, incluso cambiaba la temperatura. ¡Hacía más frío!», contaban unos turistas de visita a las playas de Barcelona.

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